domingo, 23 de noviembre de 2008

El constructivismo: Algunos elementos conceptuales

La concepción constructivista del aprendizaje y la implementación del modelo en la formación universitaria representan la convergencia de diversas aproximaciones psicológicas y metodológicas a problemas educativos planteados en torno al desarrollo integral del individuo y su intersección con el aprendizaje, a la identificación de intereses, necesidades y motivaciones de los estudiantes en relación con el proceso educativo, al replanteamiento de los contenidos curriculares hacia el aprendizaje significativo, al reconocimiento de la existencia de diversos estilos cognitivos y tipos de aprendizaje, a la necesidad de integrar los componentes intelectuales, afectivos y sociales, a la búsqueda de alternativas didácticas creativas y a la importancia de la interacción como mediación social en la construcción del conocimiento.

Algunos elementos teóricos y metodológicos comunes a las diferentes vertientes del constructivismo, entendido como la apropiación progresiva del objeto por parte del sujeto y la construcción y reconstrucción de la realidad externa a partir de las interacciones del individuo , incluyen los conceptos de asimilación y acomodación de esquemas mentales que surgen a partir del constructivismo epistemológico; la influencia de la mediación cognitiva y metacognitiva, la zona de desarrollo próximo y el andamiaje cognitivo del constructivismo sociocultural; así como la modificabilidad de las estructuras mentales del constructivismo pedagógico (Carretero y Limón citados por Flórez, 1994, p.235).

Según Carretero, la idea central del constructivismo epistemológico es que el conocimiento no es copia de la realidad ni se encuentra determinado por las restricciones impuestas por la mente del sujeto sino que es producto de una interacción entre estos dos elementos, por lo tanto, el sujeto construye su conocimiento a medida que interactúa con la realidad, en esta relación, ambos se modifican mutuamente, de tal forma que se produce un desarrollo progresivo del sujeto y una transformación consecuente de las funciones de los objetos, es decir una construcción intelectual del mundo real por parte del sujeto.

En esa corriente teórica del constructivismo, la asimilación puede explicarse como un mecanismo que consiste en la incorporación de nuevos elementos a estructuras biológicas y psicológicas previamente construidas transformando la realidad del individuo y la acomodación como la concreción de la transformación del sujeto en función de las características de los objetos, así, los cambios cognitivos que se producen como consecuencia de aprendizaje están determinados por un equilibrio dinámico entre las dos funciones.

Desde la vertiente sociocultural del constructivismo, se plantea la acción de instrumentos de mediación entre el sujeto y la realidad como elemento clave para el desarrollo y la transformación intelectual, afectiva y social, así las cosas, la utilización, y en mayor grado la creación, de instrumentos mediadores supone la intervención activa del sujeto y el instrumento mediador no tiene acción sobre el medio sino sobre el propio sujeto, en otras palabras, no se puede utilizar un instrumento mediador en un sujeto que "no entienda" para que le va a servir, justamente porque dicho instrumento ha de actuar sobre el propio sujeto permitiéndole una nueva relación con el medio.

En términos generales, los mediadores se clasifican en dos clases: las herramientas o instrumentos que facilitan las relaciones con la naturaleza en el aspecto externo y los signos que son instrumentos que están orientados al mundo interior. Los primeros, construidos por el individuo con el objetivo de facilitar la aprehensión del mundo y su incorporación a la estructura interna y los segundos con el fin de cualificar la resolución de problemas y el funcionamiento psicológico que soporta el conocimiento del mundo y la interacción dinámica entre el sujeto y ese mundo.

Por otra parte, la mediación metacognitiva, hace referencia a la adquisición, por parte del sujeto, de instrumentos semióticos de autorregulación, autocontrol, planificación, verificación y, en una sola palabra, autoevaluación, desde ese punto de vista, se hace notoria la importancia de que el individuo sea plenamente consciente de sus propios procesos de pensamiento y por lo tanto de los medios utilizados para alcanzar el aprendizaje, en este proceso juega un papel fundamental la adecuada estructuración del lenguaje interno y la capacidad de reflexionar acerca de sí mismo.

La zona de desarrollo próximo (mencionada por otros autores como zona de construcción del conocimiento) es considerada como un espacio de interacción entre el pensamiento de dos o más individuos en la que tienen lugar procesos interpsicológicos que permiten compartir interpretaciones diferentes acerca de un fenómeno, esto es, la negociación social sobre el significado del mundo y la posibilidad de apropiación de las comprensiones de otro, en esta zona, el mundo no es susceptible de un análisis único, sino que es posible poner en juego visiones diferentes del mismo con el objetivo que cada uno de los actores involucrados en el proceso de aprendizaje construya o reconstruya su propia realidad frente alk mundo.

El andamiaje cognitivo, concepto relacionado estrechamente con el de zona de desarrollo próximo, es una forma de asistencia que permite a un sujeto con menor nivel cognitivo resolver un problema, afrontar una tarea o alcanzar una meta de aprendizaje que estarían más allá de los intentos que pudiera hacer por sí solo, el énfasis del proceso está centrado en la creación de un contexto pedagógico en que un esfuerzo combinado lleve a un resultado exitoso frente al objetivo definido previamente. La aplicación de este proceso ha sido puesta en juego por diferentes autores a través de diversos mecanismos incluyendo el aprendizaje cognitivo (Collins 1989), la enseñanza recíproca (Palincsar y Brown, 1984), el aprendizaje situado (Lave y Wenger, 1991) y la cognición distribuida (Cole y Engeström, 1993).

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