viernes, 29 de mayo de 2009

Efectividad de las Intervenciones Educativas Virtuales en el Ámbito de la Salud


Se han publicado diversas revisiones sobre la efectividad de la formación en el ámbito de la salud realizada a través de internet, un estudio llevado a cabo por Levinson, Garcide y otros, publicado en el último número de la Revista Formación Médica Continuada en Atención Primaria, sintetiza la evidencia disponible sobre el efecto de la educación realizada por internet, comparada con la no intervención y con las intervenciones no realizadas por este medio, en profesionales del área.

La principal fortaleza de esta revisión es su carácter inclusivo, ya que se buscó la evidencia en un gran un número de bases de datos, con pocos criterios de exclusión, seleccionando artículos publicados en diferentes idiomas, además del inglés, sin tener en cuenta el tipo de diseño, las características y la duración de la intervención educativa, los profesionales implicados y la variedad de variables respuesta recogidas. Los resultados pueden estar sesgados hacia los estudios más sólidos, con intervenciones asignadas aleatoriamente y más fáciles de evaluar.

Una limitación del estudio es la gran heterogeneidad detectada en todos los análisis (12 ≥ 79%), no obstante, dicho fenómeno es común en todas las revisiones realizadas sobre intervenciones educativas y se puede atribuir a los distintos tipos de alumnos, métodos de formación, medición de las variables resultados y otros aspectos del contexto educativo. Los estudios son consistentes en la demostración de que las intervenciones educativas son efectivas para incrementar los conocimientos, habilidades, actitudes y efectos en los pacientes, cuando se compara con ninguna intervención educativa, y que son igual de eficaces que los métodos educativos tradicionales.

Las intervenciones educativas realizadas por internet tienen la ventaja de que son menos costosas, no exigen al alumno su concurrencia a determinado lugar físico y horario, el aprendizaje se produce en tiempo real, en el momento y los lugares que el alumno lo desee, permite al alumno consultar y estudiar el material con su propio ritmo, según sus necesidades personales, y fomenta su autonomía. Asimismo, estos nuevos modelos educativos realizados a través de internet permiten complementar y reforzar los métodos educativos tradicionales.

De acuerdo con los resultados obtenidos por los autores, las intervenciones educativas realizadas a través de internet cuando se compararon con la no intervención mostraron un TE global en los conocimientos de 1 (intervalo de confianza [IC] del 95%, 0,90- 1,10), un TE global en el incremento de las habilidades de 0,85 (IC del 95%, 0,49-1,20) y un TE global de las conductas y efectos en los pacientes de 0,82 (IC del 95%, 0,63-1,02).

Cuando se compararon las intervenciones educativas realizadas por internet con las intervenciones educativas no realizadas por este medio, los tamaños del efecto obtenidos no fueron significativos, encontrándose un nivel de efectividad equivalente entre estas dos estrategias didácticas.

jueves, 28 de mayo de 2009

La medicina en el arte: Sancho Panza y el Médico


Cuenta la historia que desde el juzgado llevaron a Sancho Panza a un suntuoso palacio, adonde en una gran sala estaba puesta una real y limpísima mesa; y, así como Sancho entró en la sala, sonaron chirimías, y salieron cuatro pajes a darle aguamanos, que Sancho recibió con mucha gravedad.

Cesó la música, sentóse Sancho a la cabecera de la mesa, porque no había más de aquel asiento, y no otro servicio en toda ella. Púsose a su lado en pie un personaje, que después mostró ser médico, con una varilla de ballena en la mano. Levantaron una riquísima y blanca toalla con que estaban cubiertas las frutas y mucha diversidad de platos de diversos manjares; uno que parecía estudiante echó la bendición, y un paje puso un babador randado a Sancho; otro que hacía el oficio de maestresala, llegó un plato de fruta delante; pero, apenas hubo comido un bocado, cuando el de la varilla tocando con ella en el plato, se le quitaron de delante con grandísima celeridad; pero el maestresala le llegó otro de otro manjar. Iba a probarle Sancho; pero, antes que llegase a él ni le gustase, ya la varilla había tocado en él, y un paje alzádole con tanta presteza como el de la fruta. Visto lo cual por Sancho, quedó suspenso, y, mirando a todos, preguntó si se había de comer aquella comida como juego de maesecoral.

A lo cual respondió el de la vara:

-No se ha de comer, señor gobernador, sino como es uso y costumbre en las otras ínsulas donde hay gobernadores. Yo, señor, soy médico, y estoy asalariado en esta ínsula para serlo de los gobernadores della, y miro por su salud mucho más que por la mía, estudiando de noche y de día, y tanteando la complexión del gobernador, para acertar a curarle cuando cayere enfermo; y lo principal que hago es asistir a sus comidas y cenas, y a dejarle comer de lo que me parece que le conviene, y a quitarle lo que imagino que le ha de hacer daño y ser nocivo al estómago; y así, mandé quitar el plato de la fruta, por ser demasiadamente húmeda, y el plato del otro manjar también le mandé quitar, por ser demasiadamente caliente y tener muchas especies, que acrecientan la sed; y el que mucho bebe mata y consume el húmedo radical, donde consiste la vida.

- Desa manera, aquel plato de perdices que están allí asadas, y, a mi parecer, bien sazonadas, no me harán algún daño.

A lo que el médico respondió:

- Ésas no comerá el señor gobernador en tanto que yo tuviere vida.- Pues, ¿por qué? - Sancho.

Y el médico respondió:

- Porque nuestro maestro Hipócrates, norte y luz de la medicina, en un aforismo suyo, dice: Omnis saturatio mala, perdices autem pessima. Quiere decir: «Toda hartazga es mala; pero la de las perdices, malísima».

- Si eso es así - dijo Sancho -, vea el señor doctor de cuantos manjares hay en esta mesa cuál me hará más provecho y cuál menos daño, y déjeme comer dél sin que me le apalee; porque, por vida del gobernador, y así Dios me le deje gozar, que me muero de hambre, y el negarme la comida, aunque le pese al señor doctor y él más me diga, antes será quitarme la vida que aumentármela.

- Vuestra merced tiene razón, señor gobernador - respondió el médico -; y así, es mi parecer que vuestra merced no coma de aquellos conejos guisados que allí están, porque es manjar peliagudo. De aquella ternera, si no fuera asada y en adobo, aún se pudiera probar, pero no hay para qué.

La medicina en la literatura: De Cervantes

Un caballero (...) ha de ser médico, y principalmente herbolario -vale decir, experto en hierbas medicinales-, para conocer en mitad de los despoblados y desiertos las hierbas que tienen virtud de sanar las heridas; que no ha de andar el caballero andante a cada trinquete buscando quién se las cure". Y desde el mismo capítulo inicial de la obra encontramos unas cuantas referencias sobre el tema. En primer lugar, la descripción del hidalgo, Don Alonso Quijano, que, haciendo cuentas, debió nacer en la segunda mitad del siglo XVI, prácticamente como el propio Cervantes, que había visto la luz en 1547 en Alcalá de Henares, época en que pocas personas pasaban promedialmente de los sesenta, siendo la esperanza de vida al nacer de veinte a treinta años. El mismo capítulo uno -cuyo comienzo es universalmente conocido- describe al personaje: "Frisaba la edad de nuestro hidalgo en los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza".

La medicina en la literatura: Ensayo sobre la Ceguera


"Diferente fue lo que pasó con el oculista, […] porque, siendo médico, no iba a entregarse sin más a la desesperación, como hacen aquellos que de su cuerpo sólo saben cuando les duele. Hasta en una situación como ésta, angustiado, teniendo por delante una noche de ansiedad. fue aún capaz de recordar lo que Homero escribió en La Ilíada, poema de la muerte y el sufrimiento sobre cualquier otro, Un médico, sólo por sí, vale por varios hombres, palabras que no vamos a entender como directamente cuantitativas sino cualitativamente…" J. Saramago

El Registro de los Ensayos Clínicos: Una iniciativa para evitar sesgos en la publicación


Por considerarlo de interés para la educación médica, publico a continuación un artículo de Marisa Maiocchi acerca de los registros de ensayos clínicos como una forma de blindaje contra los sesgos de las publicaciones científicas:

"Cuando la comunidad médica advirtió que diversos intereses podían sortear los filtros metodológicos y los cálculos estadísticos que utiliza la Medicina Basada en la Evidencia, y sesgar de esta forma los resultados, fue necesario diseñar otras estrategias que operaran también como compensadoras. En este marco surgió, por ejemplo, el desarrollo de los estándares de publicación.

A pesar de que todos estos ciclos compensadores fueron y son funcionales, se advirtió otro tipo de problema: los sesgos de publicación de los ensayos aleatorizados y controlados (ERC), en particular los terapéuticos, en los que se ensayaban diferentes fármacos. Comenzaron a aparecer casos en los que solo se publicaban los resultados obtenidos en aquellos centros en los que éstos habían sido favorables, omitiendo publicar los resultados desfavorables.
Fue curiosamente la industria editorial y no la comunidad médica quien realizó una propuesta mundial para contrarrestar este problema. En 2005, el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (International Committee of Medical Journal Editors – ICMJE) adoptó una política que obligaba a los investigadores a brindar información precisa sobre el diseño del ensayo antes de comenzar el reclutamiento de pacientes. Los ensayos debían estar registrados en alguno de los registros aceptados por el comité, consignando obligatoriamente todos los centros en donde se iba a realizar el ensayo, más otras precisiones sobre el estudio en cuestión. Estos registros debían ser públicos. Las principales editoriales especializadas advirtieron que solo publicarían aquellos ERC que hubieran sido debidamente registrados antes de llevarse a cabo.

Antes de la implementación de esta política, los Institutos de Salud de los Estados Unidos tenían el registro de ensayos clínicos más grande hasta ese momento, con 13.153 trials registrados. Este número trepó a 22.714 solo un mes después de que entrara en vigencia la política del Comité. Antes, el registro de ensayos clínicos era una excepción; ahora es la regla. (Clinical Trial Registration. Looking Back and Moving Ahead. JAMA, July 4, 2007, Vol.298, Nro.1; 93:94)

El ICMJE acepta actualmente los ensayos registrados en cinco grandes registros internacionales:

Australian Clinical Trials Registry (Australia).
El registro de los Institutos de Salud desarrollado por la National Library of Medicine (USA).
UMIN Clinical Trials Registry (UMIN-CTR) (Japón).
ISRCTN (International Standard Randomised Controlled Trial Number) Register (Reino Unido).
NRT – Nederlands Trial Register (Centro Cochrane de Holanda).

El Comité prometió reevaluar su política dos años después de su implementación y así lo hizo. A partir de 2007, el organismo también acepta los ensayos registrados en la base de datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La India y China se unieron al registro de la OMS en julio de 2007."

domingo, 24 de mayo de 2009

La enseñanza de la bioética


Me encontraba reflexionando acerca de la importancia de la enseñanza de la bioética para la formación integral de los futuros médicos, cuando encontré un artículo de Couceiro – Vidal, publicado en la revista Educación Médica en junio de 2008, en que se hacen interesantes reflexiones acerca del abordaje pedagógico de esta importante área de la formación profesional, del cual transcribo algunos apartados, por considerarlos de interés general:


“A partir de los años setenta, los expertos en educación médica comienzan a recomendar un nuevo enfoque del aprendizaje, un marco que permita al alumno adquirir no sólo contenidos teóricos, sino también una capacidad reflexiva y evaluativa de las situaciones que tendrá que resolver en el ámbito de su profesión. Este complejo aprendizaje requiere la inmersión en contextos concretos. Hay que organizarlo de manera que se produzca en las situaciones de trabajo lo más reales posibles, lo que se logra mucho mejor en el marco de un currículo basado en competencias, y utilizando preferentemente la metodología educativa del aprendizaje basado en problemas.

Si bien es cierto que no se han demostrado diferencias significativas entre el modelo basado en competencias y el tradicional, también lo es que el aprendizaje basado en problemas presenta claras ventajas cuando se miden competencias transversales, a las que tradicionalmente no se les ha prestado atención, y que son fundamentales para desarrollar cualquier profesión.

Se entiende por competencias el conjunto de conocimientos (conocer y comprender), habilidades (saber cómo actuar) y actitudes humanas que permiten una excelente práctica médica, adecuada al contexto social en el que se desarrolla. La competencia determina el grado de capacidad operativa del individuo en un entorno determinado y presupone una base cognitiva que incluye conocimientos, habilidades y actitudes.

Las competencias se pueden definir de modo amplio (comunicación efectiva) o concreto (manejo del paciente diabético no complicado), si bien estas últimas son más fáciles de evaluar. Pero lo importante a la hora de definir una competencia es que cumpla las siguientes características: relevancia en el entorno profesional, transferibilidad al estudiante y posibilidad de ser evaluada objetivamente.

Conocimientos, habilidades y actitudes son, pues, los tres componentes claves de todo proceso de aprendizaje, la enseñanza de la bioética a los estudiantes de medicina no puede ser ajena ni al paradigma educativo de las competencias, ni al desarrollo de sus elementos.

Ahora bien, existe un conjunto amplísimo de conocimientos en bioética que constituyen el cuerpo de la disciplina, los cuales se pueden enseñar mediante las clases teóricas. Dichos conocimientos no son mera especulación sin relevancia práctica, sino que constituyen el andamiaje básico que hace posible la adquisición de habilidades, para que el alumno logre las competencias para actuar sobre los conflictos éticos que surgen en la vida diaria de las profesiones sanitarias, y también para analizarlos críticamente y tomar decisiones que sean éticamente consistentes.

Es claro que la adquisición de competencias constituye el objetivo inmediato de todo proceso formativo en esta materia, pero mal se pueden desarrollar las habilidades que le son inherentes si no existe un mínimo de conocimientos. Ahora bien, tampoco sirve de mucho que un alumno conozca la teoría de la bioética si no sabe cómo aplicarla críticamente para analizar un caso clínico. Vale decir que los dos niveles son complementarios, pero también que presentan sus diferencias, pues no es lo mismo saber, en teoría, cuáles son los elementos del consentimiento informado, que tener la destreza práctica para llevar a cabo este proceso con cada paciente. Hay, pues, un objetivo de conocimientos y otro de adquisición de habilidades, que deben plantearse conjuntamente en la formación del alumno.

Cabe preguntarse también si la bioética puede o debe inducir un cambio de actitudes. La mayor parte de los autores ha contestado a esta cuestión negativamente, y no sólo debido al peligro de intentar "adoctrinar" o manipular a las personas, sino también porque las actitudes fundamentales, o el carácter moral de los estudiantes de medicina, ya está formado cuando entra en la universidad. Así lo destaca, entre otros, un trabajo ya clásico sobre la enseñanza de la bioética, firmado por nueve de los más representativos bioeticistas estadounidenses.

Durante el período de formación en medicina, los programas de enseñanza de la bioética tienen que enseñar conocimientos y desarrollar habilidades, pero no directamente actitudes. La realidad, a diferencia de la tesis mantenida por los autores estadounidenses, es que un proceso formativo en bioética también transforma las actitudes y el carácter moral de las personas.

Ahora bien, esa modificación es secundaria al propio proceso de aprendizaje de conocimientos y habilidades, y no directamente inducida. El solo hecho de ser capaz de identificar los conflictos éticos de la práctica clínica, y de poder dar respuestas racionales y prudentes, conduce a que el alumno interiorice un procedimiento, una forma de actuación y una sensibilización ante los valores implicados en la relación clínica.

A modo de ejemplo, si el alumno conoce la teoría del consentimiento informado -origen, fundamento y elementos- y se ha formado en la habilidad comunicativa de la entrevista clínica y la transmisión correcta de la información, interiorizará una actitud de receptividad ante este proceso. Sólo de esta manera, capacitado para responder a este derecho del paciente, superará la "burocratización" del proceso, que lo reduce a la firma de un documento, muchas veces con un contenido que nadie le ha explicado al paciente, y que por ello carece de validez, tanto ética como jurídica. Se obtiene así un cambio, ya que la adquisición progresiva de competencias conduce a una mayor responsabilidad. Y es que todo programa docente en bioética acaba girando en torno al concepto de profesional responsable y capacitado.

Una docencia con esta orientación es el mejor antídoto frente a dos extremos. Uno, el de adoctrinar, manipular o imponer; el otro, el de reducir esta formación a una mera información. Educar las actitudes mediante los conocimientos y las habilidades no sólo es posible, sino que constituye la manera más correcta de orientar el aprendizaje de la bioética en personas adulta.

También es la forma de no descuidar el llamado "currículo informal", que se refiere al proceso de transformación individual que tiene lugar como consecuencia de las situaciones e interacciones humanas no estrictamente académicas, y que es el que parece tener un mayor poder condicionador de las conductas.

Es notorio que los alumnos pueden sufrir una importante transformación negativa a su paso por la carrera de medicina. La experiencia humana y docente puede no sólo potenciar, sino inhibir el desarrollo moral de los estudiantes. La razón es que perciben una clara distancia entre lo que se les comunica verbalmente como los "valores adecuados" y los ejemplos profesionales que observan en el campo clínico. Las actitudes, conductas y comentarios que perciben les revelan los valores de fondo que, en realidad, aplican los profesionales en ejercicio. La creación de hábitos reflexivos y la adquisición de competencias en bioética debería ser la forma mediante la cual las instituciones docentes estimulen un desarrollo moral positivo.”

Artículo completo:


COUCEIRO-VIDAL, A. Enseñanza de la bioética y planes de estudios basados en competencias. Educ. méd. [online]. 2008, vol. 11, no. 2 [citado 2009-05-25], pp. 69-76. Disponible en internet: . ISSN 1575-1813.

viernes, 22 de mayo de 2009

¿Porqué estudiar medicina?


No se puede hablar del ‘arte de ser médico’ sin antes abordar el ‘arte de enseñar a ser médicos’. Desde las primeras civilizaciones nos consta que la medicina es un arte que se viene transmitiendo de generación en generación: los papiros del Antiguo Egipto, textos sagrados, el código hipocrático, los tratados de Celso, Galeno, la evolución del hospital, de la universidad, etc.

Si aterrizamos de golpe en el s. XXI nos enfrentamos con unas circunstancias radicalmente distintas: una medicina más burocratizada, un rol social pobremente reconocido, una universidad más estructurada, tecnológicamente mucho más avanzada, etc. Pero con unos estudiantes con la misma necesidad de adquirir esos conocimientos y esas habilidades que harán de ellos en seis años los médicos que merece nuestra sociedad.

Hoy en día es tan importante o más que en otros tiempos la tarea de enseñar a ser médicos. Es menester empezar por conocer lo máximo posible sobre los estudiantes a quienes nos dirigimos para dirigir su proceso de aprendizaje: ¿quiénes son?, ¿qué momento viven?, ¿por qué están aquí?, ¿cuáles son sus expectativas?, ¿qué opinan sobre el papel del médico, sobre la facultad de medicina, sobre las prácticas de su hospital, sobre la docencia de cada uno de los profesores?

Un estudio llevado a cabo en la Universidad Complutense de Madrid, indagó acerca de las motivaciones de los estudiantes en relación con la selección de la carrera, entre las opciones de la educación superior en ese país, incluyendo intereses "vocacionales", altruismo, deseo de servir a la sociedad y motivos personales o familiares, entre otros.

Día Mundial de la Epilepsia


Fragmento de una entrevista al doctor Antonio Gil-Nagel con motivo del Día Mundial de la Epilepsia, mayo 24 de 2009, publicada en la última edición de la Revista de Neurología:

P. Los descubrimientos de mutaciones en diversos genes parecen sugerir que las epilepsias idiopáticas son una familia de canalopatías. Pero resulta poco claro el vínculo entre los déficit moleculares y los fenotipos clínicos. Se suele decir que cuando se rellene este vacío de conocimiento se podrán realizar grandes avances, pero los progresos parecen lentos. ¿Considera que se puede criticar el énfasis que se está dando a los distintos abordajes de investigación?

R. Se han identificado mutaciones en canales de sodio, potasio y calcio que explican la fisiopatología de algunas epilepsias idiopáticas. Estas alteraciones se identifican en una proporción pequeña de las epilepsias, incluso cuando nos restringimos a las formas idiopáticas. Por lo tanto, debe haber otros factores, incluso otras mutaciones, implicados en el equilibrio de inhibición y excitación que finalmente convierte a las neuronas y sus circuitos en pacientes epilépticos, éstas variables también influyen en la expresión de diferentes fenotipos.

Entre otros genes candidatos se valoran también los de receptores neuronales, algunos de los cuales también se han identificado, como es el caso de la epilepsia frontal nocturna autosómica dominante. Otros genes identificados siguen sin tener una función aclarada, como es el caso de la epitempina, en la epilepsia lateral temporal autosómica dominante.

Por último, es importante valorar que el fenotipo final debe estar influido por otros genes, se calcula que unos 150, que representan el trasfondo genético de cada persona, y que influirán en la expresión clínica en todos sus aspectos: frecuencia, gravedad, tipos de crisis y otros síntomas acompañantes. Es importante avanzar en el estudio genético y en esta dirección van la mayoría de los esfuerzos de investigación, pero el aspecto más difícil es la identificación de las variaciones en la expresión de los genes que inducen los factores ambientales. En esta ecuación se puede intuir que probablemente influyen aspectos relacionados con la dieta, las sustancias químicas del ambiente y quién sabe cuantos otros elementos que nos rodean

lunes, 18 de mayo de 2009

Colombia es Pasión: Marca de Excelencia

¿Por qué Colombia necesita una marca país?

Para nadie es un secreto que la imagen de nuestro país en el exterior no es la mejor. Cuando los ejecutivos extranjeros vienen al país, se encuentran con ciudades modernas, empresas eficientes, buenos restaurantes, alternativas de entretenimiento, infraestructura tecnológica y vías de comunicación. La tarea de una marca país, es precisamente lograr un cambio en la percepción de Colombia, para posicionarla positivamente a escala global y alcanzar efectos positivos a nivel económico y social.

Países como Tailandia, Japón, Corea, Nueva Zelanda, España, México entre otros, han realizado exitosamente este tipo de campañas y han logrado dar un giro muy positivo a sus economías, convirtiéndose en países atractivos para la inversión, el turismo o el comercio.

¿Cómo funciona una campaña de marca país?

La idea de establecer una marca país que nos ayude a posicionar nuestros productos y servicios en el exterior bajo una óptica diferente y positiva, y traer la mirada del mundo, tiene dos pasos fundamentales:

El primer paso, es sintonizar a los colombianos con la campaña para concientizarnos de lo importante que es mejorar nuestra imagen por el bien general del país. La campaña se inició el 25 de agosto de 2005, cuando se presentó la estrategia de “marca país” para promocionar a Colombia en el exterior. Esta iniciativa, impulsada y respaldada por importantes empresas privadas, es una idea que merece el apoyo de toda la comunidad, porque persigue un objetivo crucial para todos los colombianos: facilitar la exitosa inserción de nuestro país en la economía global. Dicha inserción sólo será posible si Colombia logra diferenciarse –con atributos positivos- en la mente de los consumidores e inversionistas del resto del mundo. Y para ello es indispensable tener una identificación atractiva de nuestro país.

El segundo paso, es la realización de una campaña externa, que tiene como objetivo integrar esfuerzos a nivel global para hacer de Colombia un país más atractivo a los ojos de los inversionistas, empresas, gobiernos y gremios de otros países.

¿Cómo involucrar en la campaña a todos los colombianos?

Con peticiones muy sencillas, con acciones concretas de fácil realización por cada uno de nosotros como demostrar su pasión, hablando bien de Colombia, o convirtiéndose en multiplicador del programa

Así la campaña en radio y televisión, presenta situaciones donde colombianos normales hablan apasionadamente de las cosas grandes, buenas, lindas y únicas que tenemos y de las cuales se sienten orgullosos.

La campaña inició en televisión con 4 comerciales, 14 cuñas de radio en las principales emisoras del país, avisos de prensa e insertos en los principales diarios del país.

¿Cuál es el slogan y el símbolo de la campaña?

Para descubrir cuál debería ser la marca que definiría a Colombia, se hizo una investigación previa que permitió descubrir 4 características sobre los colombianos y su cultura:

Buenos trabajadores.
Colombia es creativa.
Recursividad
Tenacidad

Y finalmente, que el motor de todas las anteriores es la pasión: el ingrediente común en todas las cosas que hacemos los colombianos.

domingo, 10 de mayo de 2009

Bases científicas que soportan el uso de PDA en la formación médica


Un artículo publicado en el último número de la revista Atención Primaria por Coll Benejam y Massuet Iglesias, pretende establecer las bases científicas para el uso de los asistentes digitales personales (PDA) en la práctica médica, una tecnología utilizada con frecuencia en los países desarrollados.

De acuerdo con los autores, el uso de PDA por parte de los estudiantes de pregrado, mejora el acceso a la información, promueve la utilización de la evidencia médica y cualifica el desempeño clínico, mientras que en los estudiantes de postgrado es utilizado de forma preferente en tareas de orden administrativo, no obstante la utilidad que brinda como soporte de muchas de sus actuaciones médicas.

Referencia

Coll Benejam JM, Massuet Iglesias JM. Las bases científicas para el uso de los asistentes digitales personales (PDA) en la práctica médica. 2009; 41(4): 219 – 22.

domingo, 3 de mayo de 2009

Conducta Prehospitalaria ante un caso sospechos de Influenza NH1A1


1. BDP (Barreras de Protección: (las que estén disponibles) consistentes en: gorro o turbante, lentes, mascarilla específica N95, guantes desechables y bata (valorar botas) para la atención de pacientes con influenza pandémica.

2. Recomendar atención médica en unidad de salud: Recordarle al paciente que puede ser atendido en cualquier unidad médica pública o privada aún cuando no sea derechohabiente, hacer hincapié en la importancia de acudir al médico. El TUM deberá de igual manera reforzar las acciones de prevención para toda la población:

• Cubra nariz y boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar.
• Si no tiene pañuelo utilice el ángulo del codo.
• Lavarse las manos con agua y jabón después de toser o estornudar.
• Evite asistir a lugares concurridos. ¡Procure recuperarse en casa!
• Evite saludar de mano o de beso, cuando esté enfermo.
• Evite escupir en el suelo y en otras superficies expuestas al medio ambiente.
• Utilice un pañuelo o kleenex y deséchelo en bolsa cerrada.
• No comparta vasos, platos y/o cubiertos con los demás.
• Siga las recomendaciones del médico.

3 y 4. Iniciar proceso de descontaminación y limitación de transmisión: Las medidas de precaución para el personal de salud incluyen:

•Lavado de manos con agua y jabón antes y después del contacto con pacientes, superficies posiblemente contaminantes y después del uso de guantes.
•Si es posible aislar la ropa del paciente en una bolsa plástica y cerrarla.
•Evitar contacto con fluidos corporales o con objetos contaminados.
•Agregar bata no estéril y de preferencia impermeable en procedimientos que puedan generar salpicaduras o derrames.
•Mantener una bata de uso exclusivo en el interior de la ambulancia.
•Utilizar recolectores especiales y exclusivos para depositar objetos punzo cortantes.
•Nunca reencapuchar agujas de jeringas.
•No reutilizar hojas de bisturí o cualquier objeto punzo cortante desechable.
•Utilizar mascarilla cuando se encuentre a menos de un metro de distancia del paciente. Si es posible, conviene utilizar mascarilla con 95% de efectividad (N95).
•Limpiar con agua y jabón toda la ambulancia, utilizando BDP; posteriormente utilizar agua con hipoclorito de sodio al 0.5%.
•Cambiar sábanas y desechar todo el material utilizado con el paciente y las BDP en una bolsa roja para Residuos Biológicos y sellarla.

sábado, 2 de mayo de 2009

MD: ¿Un epígrafe médico o religioso?


La prepotencia con la que actúan ciertos facultativos frente al dolor de sus pacientes, la falta de calidad humana con que se aborda el acto médico, la autosuficiencia con que se asumen las actividades propias del quehacer profesional, en otras palabras, la presunción equivocada de que el “MD” que adjetiva con pretendida elegancia el nombre de muchos colegas, tiene la connotación de “medio dios”, el “mismísimo dios” o para algunos con delirio de grandeza, “más que dios”, representan motivos de preocupación permanente por el futuro de la medicina de nuestros ancestros: la medicina enfocada a obtener el bienestar del paciente, la medicina como una profesión al servicio de le gente, la medicina cargada de altruismo, solidaridad y buenas intenciones, la medicina ética, la de Hipócrates, la de Galeno, la de Vesalio, el apostolado que nos inspiró desde el inicio de los tiempos.

Meditaba acerca de esta y otras cuestiones relacionadas con la educación de los futuros médicos, cuando tropecé con un escrito del doctor Rafael Antonio Vargas, en el que pude vislumbrar las raíces del fenómeno que probablemente haya dado origen a tan sacrosantas metáforas, las cuales parecen haberse incorporado de forma subrepticia al imaginario colectivo de la profesión médica, generando la hipertrofia, en algunas ocasiones patológica, de la autoestima de muchos de mis colegas.

“Es importante tener en cuenta que a pesar de los racionales que podemos ser”, anota Vargas, “y a pesar de estar a las puertas del Siglo XXI, la medicina aún se mueva dentro de un marco de pensamiento mágico religioso”. Según el autor, “el médico es considerado por algunos como una deidad, un ser capaz de dar y generar vida y al cual me debo someter o entregar para que cumpla con su misión salvadora”, hecho que le confiere la condición especial de un semidiós “intermediario de la vida y la muerte”.

“Y en esto el acto médico se convierte entonces en un rito, un ceremonial en el cual el médico ejerce como sumo sacerdote, utilizando para ello el traje litúrgico (bata blanca, vestido de cirugía, protector de radiación), consulta sus dudas a un ser superior (especialista, subespecialista, junta médica), acude a libros sagrados (textos médicos, revistas científicas), utiliza un lenguaje sacro, a veces incomprensible (jerga médico científica) y sus elementos de ritual ceremonial son desplegados (estetoscopio, bisturí, jeringas, equipo de cirugía), permitiéndole en cierta forma, dar un toque de racionalidad al rito”.

Adicional a lo anterior, hay que recordar que a pesar de la “aparente racionalidad del acto médico, se incorporan en él una serie de elementos de orden místico religioso, a saber, fe ciega, sometimiento y resignación ante designios sobrenaturales, compasión, misericordia, creencia y temor en un ser superior, omnipotencia del mismo”

¿Habrán calado tan profundo estos supuestos metafóricos en que se equipara a la medicina con una mística religión fundamentada en el culto al ego y la omnipotencia de un pequeño dios hombre cuya vanidad infinita supera con creces al amor por sus semejantes, al compromiso con los más necesitados y a la propia razón de ser de una profesión “honorada y honorable” que no puede flaquear ante el demonio de la modernidad?

viernes, 1 de mayo de 2009

Día Mundial de la Inmunología


El pasado 29 de abril se conmemoró el Día Internacional de la Inmunología, instituido en 2005 por la Federación Europea de las Sociedades Inmunológicas (EFIS), siendo este año más especial por su coincidencia con el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin.

El presidente de la EFIS, Estefan Kaufmann, piensa que 2009 será un año en el que habrá una inclinación a la interpretación de los resultados científicos desde un punto de vista evolutivo y eso tiene un especial sentido para la Inmunología. El sistema inmune y la respuesta inmunológica han evolucionado probablemente como un mecanismo compensador de la naturaleza frente a uno de los agentes más prono-evolutivos, los microbios.

Podríamos considerar que en general los inmunólogos, al igual que Darwin, son un tipo de científicos que, debido a que buscan siempre dar una explicación a lo que observan, pueden hacer grandes contribuciones a la Ciencia. A Darwin le intrigaba conocer si ciertas características que observaba en el hombre eran innatas o adquiridas y si dichas características eran universales o únicas del ser humano. Para ello focalizaba sus investigaciones en cuestiones concretas, tales como el análisis de las características de la expresión de las emociones en los animales y en el ser humano.

La inmunología como ciencia básica y los inmunólogos científicos han contribuido significativamente al avance en el conocimiento científico y biotecnológico en el campo de las ciencias de la salud humana y animal. En los últimos diez años la inmunología ha permitido aplicar dichos conocimientos y tecnologías a la biomedicina, desarrollándose sin precedentes, en paralelo al avance científico, una disciplina clínica de gran impacto en la Medicina: la Inmunología Clínica.

La Organización Mundial de la Salud define la Inmunología como una disciplina que trata del estudio, diagnóstico y tratamiento de pacientes con enfermedades del sistema inmunológico. Las patologías de base inmunológica son en general de curso progresivo y en muchos casos de alta morbilidad y mortalidad y se distinguen por presentar alteraciones clínicas multiorgánicas asociadas a cambios característicos en parámetros biológicos celulares, inmunológicos, moleculares y genéticos. Los laboratorios de diagnóstico clínico inmunológico están basados en la evaluación de dichos parámetros biológicos como herramientas de diagnóstico y monitorización terapéutica.