El agua en Colombia

De acuerdo con las proyecciones de los expertos, la escasez de agua causará pérdidas de má sde 350 millones de toneladas cúbicas delpoitencial de producción ligera de alimentos para el año 2025, convirtiéndose en uno de los factores más significativos en la restricción alimentaria del mundo.

Según el estudio Nacional del Agua (ENA) del año 2005, la producción de agua por parte de los ecosistemas colombianos equivale a un promedio de 47.470 metros cúbicos por persona por año, es decir unos cuarenta y siete millones de litros, cantidad de una magnitud aparente de suficiencia, sin embargo, dicho recurso podría disminuir a 1890 metros cúbicos por persona por año alrededor de 2020, si no se adoptan medidas adecuadas de conservación del precioso líquido. (Wilches - Chaux, 2009).

Colombia ha tenido el privilegio de ser uno de los países más ricos del mundo en este recurso natural. El rendimiento medio anual del escurrimiento en Colombia es seis veces mayor que el rendimiento promedio de la parte continental de la tierra y tres veces mayor que el rendimiento promedio para América Latina, de la misma forma, la precipitación promedio anual en nuestro país es dos veces superior a la de América Latina y tres veces mayor que la del resto del globo terráqueo, hechos que determinan la disponibilidad de más de mil ríos permanentes (el continente africano no tiene más de sesenta) y nos ubicaban como el cuarto país en disponibilidad de agua, después de Rusia, Brasil y Canadá en el año 1986. (HIMAT)

En la actualidad, como consecuencia de la contaminación industrial, el manejo inadecuado de las cuencas hídricas, la mala utilización del agua, el incremento del uso en actividades agrícolas no siempre bien planificadas y la falta de sensibilidad de la comunidad respecto a la importancia de conservar estas riquezas, las reservas del país se han visto sensiblemente disminuidas y hemos pasado a ocupar un puesto mucho menor en la escala de los países que tienen una situación definida al respecto. (Mira JC, 2006)

Así las cosas, la tendencia es a una mayor vulnerabilidad y a la aparición de nuevas áreas geográficas con índices críticos, como consecuencia de la persistencia a mediano plazo de los procesos de deterioro por contaminación, el aumento en la demanda y la disminución de la oferta por la alteración de los ciclos. (Mira JC, 2006).

Más información:


http://ecoportal.net/content/view/full/64694