Todos los vectores de la malaria humana pertenecen al género Anopheles, cuyos adultos se reconocen por su postura de "cola en el aire", alas como empedradas en la mayoría de las especies tropicales y los largos pares de palpos al lado de la proboscis en la hembra.
Como en otros mosquitos, solo las hembras pican y ellas usan las proteínas de cada chupada de sangre para producir un lote de huevos, los cuáles son puestos en agua relativamente limpia, como marjales, charcos o agua de riego.
A diferencia de otras larvas de mosquito, las del Anopheles flotan paralelas a la superficie del agua, desarrollándose en cuatro estadios hasta llegar a un estado pupal, de corta vida y gran movilidad. Todo el proceso, desde el huevo hasta que el adulto emerge de la pupa, toma solo un poco más de una semana, a temperaturas tropicales.
Poco después de la emergencia los adultos se aparean y la hembra sale en busca de su primera comida de sangre. Si ésta contiene gametocitos de los parásitos de la malaria (los cuales pertenecen al género Plasmodium), los gametos machos y hembras del parásito son fertilizados en el estómago del mosquito, los zigotos se desarrollan en la pared externa del estómago medio y en los oocitos se desarrollan esporozoitos, en un período de unos 12 días, antes de establecerse en las glándulas salivales del mosquito.