Indagando acerca de la comunicación médica y sus implicaciones en la relación con los pacientes, los colegas, otros profesionales e incluso con los representantes de la administración de justicia y de la ética profesional, encontré este ingenioso texto de Claudia Tarazona que recoge con gran maestría los conceptos actuales sobre el tema:
"Cómo nos sentimos cuando el médico usa jerga, abreviaturas….. ¿ofendidos? ¿desplazados? Pensamos “no quiere que entienda o que haga preguntas”, “¿tendré algo malo?” “¡qué incertidumbre!” (Frase del cirujano al anestesista: “andá durmiéndolo que ya vengo”) Una vez más estas situaciones se repiten en diversos lugares del mundo. En Londres algunos enfermeros encuestados confesaron que en las recetas “sólo se entienden las primeras letras. El resto es garabato y sólo lo entiende el farmacéutico”. Como vemos no sólo se trata de jerga sino de caligrafía también.
La obligación del médico, la denominada “duty of care” implica informes claros, precisos. La ambigüedad en un texto (una sigla puede tener varios significados) quebranta el “standard of care”.
Esto ha llevado a muchos médicos a los tribunales por causas de mala praxis por varias razones, entre ellas los malos entendidos y por otro lado por la acción de los “ambulance chasers”. En un congreso sobre emergencias llevado a cabo en Buenos Aires en mayo el Dr. Frederick Blum, presidente electo de la American Society of Emergency Physicians comentó sobre las elevadas cifras que pagan los médicos en concepto de seguro, y la práctica de la llamada medicina defensiva o CYA medicine para cubrirse de la acción de esos abogados que son, como él los llamó, “vultures”.
Volviendo al campo de la lengua, puede ser que el médico ahorre tiempo al usar abreviaturas, pero debe considerar el daño potencial para el paciente si éste tiene acceso a dicho informe. Esto es tan serio que muchas empresas de seguros desaconsejan el uso del slang en los informes médicos o delante de los pacientes o sus familiares. Como dice el Académico Alberto Agrest en una publicación de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires : “El lenguaje verbal o gestual puede ser malinterpretado. El médico debe estar alerta a esta circunstancia”. (“I don´t appreciate your swelling”).
BBC News Online relata el caso de un médico que había escrito “TTFO” en un informe. Una forma elegante de decir “told to go away”, refiriéndose a un paciente problemático. Muy hábilmente cuando el juez le pidió que explicara la sigla dijo que significaba “to take fluids orally”, y salió del paso airoso."
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